Otra derrota que complica el panorama
Nada sale bien en Boca. El equipo no levanta y, encima, ahora está anteúltimo. De los últimos cinco partidos, cuatro fueron duras derrotas. A saber: 1-2 vs. Racing, 0-3 vs Tigre, 1-4 vs Chacarita y 1-2 vs. Central en el día de hoy. En medio está la victoria contra River, que a esta altura parece que fue solo un espejismo en este triste presente boquense.
Ahora bien, ¿Por qué se llegó a esta situación? En parte es culpa de los jugadores, ya que algunos demuestran no estar a la altura de lo que es el club y no deberían seguir después que finalice el campeonato. También hay otros que no rinden como otras épocas y Boca lo sufre. Quizás sean malas rachas y pueda repuntar prontamente, porque de otra manera el crédito se les irá terminando. También hay responsabilidad en Alves, que tardó varias fechas en encontrar al equipo y de darse cuenta en qué posición debía poner a algunos de sus dirigidos, como es el caso de Jesús Méndez en el centro del mediocampo. Tan solo lleva dos victorias en doce fechas y la razón que lo sigue manteniendo en el cargo es que en este momento no hay reemplazante a la vista.
Los dirigentes también son actores principales en esta malaria porque no armaron un plantel adecuado y las incorporaciones que trajeron no están dando sus frutos como son los casos de Luiz Alberto, Sebastián Prediger y Gunino, que ya ni siquiera concentran. Para mitad de año, habrá varios que se irán y contratos para resolver si se renuevan o no. Y ahí será el momento de ver la mano de Ameal y compañia para tomar decisiones importantes en cuanto al futuro de Boca y no tener que repetir este presente oscuro. ¿Cambiará la historia para el Apertura?
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