Sin dudas que este año para la Argentina, a pesar del bicentenario de la patria, la máxima atracción es el mundial de Sudáfrica. Nadie puede negar que aunque la realidad futbolística no sea la mejor, todos sienten por dentro esa esperanza de repetir las hazañas de los campeonatos del ’78 y ’86. Uno de los puntos que se puede analizar sobre este nuevo desafío que tiene la selección, es cómo podría influir en la sociedad un posible éxito como llegar a la final y ser campeón, o fracasar rotundamente como pasó en el 2002 volviendo en primera ronda.
En el caso tan deseado de alzar nuevamente la copa, sin dudas que sería una gran alegría para este pueblo argentino que vive en crisis en distintos aspectos sociales. Ganar el título mundial tras 24 años ayudaría a la unión de todos los argentinos debido a una semejante alegría que se viene postergando desde hace tiempo. Uno imagina que Maradona se consagraría como entrenador y levantaría todas las críticas que tiene en su contra desde que se hizo cargo del puesto. ¿Se animaría Diego a realizar una nueva conferencia criticando a toda la prensa? En esa situación, y aunque no correspondiera, sí tendría más fundamentos para defenderse.
Con respecto a los hipotéticos héroes, indudablemente obtendrían el respeto de toda la gente tanto a nivel nacional como internacional con total merecimiento por la hazaña conseguida.
Dando vuelta la moneda y mostrando su peor cara, es decir la del fracaso, se viviría un sentimiento de tristeza que se respiraría en cada rincón del país. Siempre se dijo que la selección es de las mejores del planeta por el potencial técnico de sus figuras y por su rica historia. ¿Pero habría motivación para seguir sosteniendo esos argumentos? Sin dudas que no y solo importaría el posible cachetazo que darían Nigeria, Corea o Grecia. En un territorio tan futbolero, las personas darían un veredicto sobre los responsables de semejante “vergüenza”. A pesar de que siempre quedará como máximo exponente de nuestro fútbol, Maradona conseguiría una enorme mancha de por vida que nadie podría quitarla. Y en cuanto a los jugadores, algunos tendrán la chance de reivindicarse, como Messi, y otros como Veron, ya eliminado penosamente en el mundial 2002, les sería aconsejable irse a vivir a Europa…
Analizando seriamente las posibilidades netamente futbolísticas, se generan muchas controversias. Por un lado, están los que dicen que el equipo no hace lo que por separado cada jugador produce en sus clubes. Es por eso que surgen las grandes críticas a algunos futbolistas como es el caso de Messi, que en el Barcelona demuestra por qué es el mejor jugador del mundo pero con la albiceleste parecería que viene a jugar el primo. También hay muchos que opinan que son jugadores de distintos clubes con la misma camiseta y que a partir de mayo van a ser un equipo sólido y de ahí es que se derrocha un cierto grado de optimismo para la máxima cita de este deporte.
Además hay algo que no se puede discutir: Material sobra. Es cuestión que lo alguna vez producido de buenas cosechas. La suerte está echada.
Mi nombre es Federico Muiños. Tengo 24 años y me recibí como periodista deportivo en la Escuela Superior de Ciencias Deportivas. Actualmente curso la carrera de Locución. Decidí crear este blog para opinar desde mi propio espacio sobre la actualidad del mundo del fútbol. Fui quien creó Pasión Superclásica, medio relacionado a la info de River y Boca, cuyo sitio web es pasionsuperclasica.com.ar. Integré el staff de de La Página Millonaria (riverplate.com). Fui redactor de Clarín Zonales (sección deportiva), PlanetaFutbol.com, el blog MuyFutbol, y editor de Rock And Ball. Fui periodista de los eventos de Gillette de Primera y formé parte del staff de MuyRiver.
Además, conduje a Touch and Gol, programa radial que se emitía por radiogol.com.ar. También a Marca Personal y Pasión Superclásica, en DeporVox Radio. Seguime en Twitter: @federuvi
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