Un nuevo clásico

Un nuevo clásico

Se acerca otra edición del mejor espectáculo del mundo. Juegan Boca y River nuevamente. A diferencia de otros campeonatos, estas dos instituciones atraviesan un momento en el que no están a la altura de sus ricas historias. Los resultados no los consiguen y el buen juego está ausente desde hace rato. Los problemas internos están dándoles una mala pasada que se ve reflejada en el campo de juego. Sin dudas, un clásico ‘devaluado’ en referencia a lo que representa la magnitud de este cotejo.

Pero… ¿Eso le quita protagonismo al encuentro? Definitivamente no. Como suele ocurrir casi siempre, las tribunas estarán colmadas de ambos lados y se vivirá una fiesta a pesar de las tristes realidades. Si fuera otro tipo de clásico con equipos en crisis, a lo mejor no habría tanta expectativa. Pero en un Boca-River, River-Boca, todo es distinto. Hay que decirlo: Se paraliza el país. Además, muchos de los protagonistas son jugadores de inmensas trayectorias y símbolos de sus clubes como lo son Almeyda y Gallardo en River y Palermo y Riquelme en Boca. Quizás es el último derby de estos futbolistas, lo que podría darle mayor adrenalina al juego.

Debe ser de los pocos partidos del planeta que se empieza a hablar una semana antes dando opiniones sobre lo que sucede en los planteles y sobre las consecuencias que derivarían un determinado resultado. En el hipotético caso de que Boca pierda, Alves probablemente ya no podría volver a sentarse en el banco xeneize. Y Algo similar del lado millonario, ya que Astrada empezaría a ser cuestionado. Definitivamente, un superclásico nunca será uno más.

Y para vos… ¿Quién gana? ¿O será un empate?