Un empate sufrido que marca pautas
La igualdad que consiguió River ayer en La Plata sirvió para sacar algunas conclusiones. El primer tiempo fue de lo peor que hizo el equipo en lo que va de este torneo, sin mantener una línea de juego y cometiendo errores groseros. Pero en la segunda mitad, cuando Gallardo entró por Barrado (otra chance desperdiciada y van…) el funcionamiento cambió. El Muñeco generó una reacción distinta en los jugadores y se notó claramente porque fue el conjunto de Astrada quien dominó en los últimos 45 minutos. Y aunque se hizo esperar y rogar, el gol llegó sobre el final para calmar, al menos por ayer, la impaciencia que estaba empezando a nacer en los hinchas.
Es cierto que River deja mucho que desear. Demasiado. Pero también la lógica marca que Gallardo no puede faltar en este equipo. ¿O es mejor que juegue solo un tiempo para no sufrir tanto desgaste? La cuestión es que el enganche se hace respetar por su rol de líder y con su presencia, el nivel colectivo mejora notablemente. Además, lo que provocó el paraguayo Rojas en su llegada, se está empezando a diluir. Por otra parte, Canales pudo gritar su primer gol en el club y permitió ver su desahogo por haber cortado la racha. Sin dudas que esto le servirá al delantero para tomar confianza y jugar con más tranquilidad. Es hora de que su festejo se repita de ahora en adelante para que River empiece a escalar posiciones. A pesar de las ‘buenas’, no alcanza con la creatividad del Muñeco, ni con un gol del Mágico. Y hablando de magia… ¿No será hora de que vuelva el 10?
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