River y Boca empataron en un partido con todos los condimentos
Fue por 1 a 1 en el Monumental. Gallardo, de tiro libre, puso en ventaja al Millonario. Palermo igualó para los Xeneizes. Ortega erró un penal cuando iban 0 a 0. Ambos terminaron con 10 por las expulsiones de Cristian Villagra y Julio Cesar Cáceres.
Como es habitual cada vez que se aproxima cada clásico, la previa a este encuentro se vivió con una gran expectativa. Por un lado, un Boca que venía en levantada con tres victorias consecutivas y acercándose de a poco al lote de los de arriba. Y por el otro, un River que solo ganó un partido en lo que va de la temporada (4 a 3 a Chacarita), con un DT que llegó hace solo dos semanas y está en la búsqueda de un buen funcionamiento colectivo. La formación de los de Basile ya era sabida desde hace unos días, mientras que Astrada jugó al misterio hasta último momento.
Las encuestas de la semana daban por ganador a Boca con un amplio margen. La fe estaba puesta en los de Riquelme y compañía debido a que con una victoria se hubieran metido seriamente en la lucha por el título. Mientras que River se encuentra en los últimos puestos mirando de reojo la promoción. Realidades distintas, pero un solo objetivo: Ganar el Superclásico. Además, a la hora del partido, los comentarios quedan de lado.
Porque River hizo un primer tiempo de lujo. Apenas arrancado, tuvo una clara en la que Domingo quedó mano a mano, y sacó su tiro a centímetros del palo derecho de Abbondanzieri. Después también probaría Abelairas sin demasiado éxito. River seguía demostrando una superioridad notable y tuvo dos emociones más. A los 24 minutos, Laverni cobra penal tras una infracción contra Buonanotte (que anteriormente se había llevado la pelota con la mano). Ortega se hizo cargo y Abbondanzieri adivinó el lugar, desviando la pelota al corner. Un momento clave que le podía dar a Boca una gran oportunidad de reponerse. Pero eso no sucedió ya que a los 29, Gallardo ejecutó un tiro libre, pateó e hizo estallar al Monumental: Gol de River. El Muñeco mostraba toda su clase y ponía en ventaja a la Banda. La diferencia pudo haber sido mayor con otro disparo de Abelairas, que el Pato sacó hacia un costado.
Para el segundo tiempo, las cosas cambiarían y sería Boca el que dominara con mayor criterio la pelota. Villagra se fue expulsado y complicaba a River, pero escasos instantes después, Cáceres veía la roja tras una avivada de Ortega, que simuló un golpe que no existió. Con ambos equipos con diez hombres, Boca hizo crecer su juego y empezaba a generar peligro con algunos remates desde afuera como los que tuvieron Gaitan, Insúa y Riquelme, todos bien respondidos por Daniel Vega. Hasta que a los 17, Palermo empardaba la situación. El gran goleador no había tenido mucha participación, pero en la primera clara fue efectivo y 1 a 1. River ya no era el del primer tiempo, pero pudo haberlo ganado si Abelairas mano a mano no estrellaba su disparo en el palo. Un tiro de Riquelme bien respondido por el arquero y un cruce a tiempo de Cabral milésimas antes que Chávez quedara solo contra el arco, evitaron que el triunfador sea Boca. El árbitro pitó el final y el clásico dejó a todos con las ganas de irse vencedor.
Fue un partido que tuvo de todo. Goles de los ídolos como en el anterior cotejo en la Bombonera, un penal errado, expulsiones y fiesta en las tribunas. Las ganas de Domingo y Almeyda, sumadas a la gran producción realizada por Buonanotte, Ortega y Gallardo, fueron claves para que River tuviera una primera mitad estupenda con varias situaciones de gol como hace mucho no se veía en el cuadro de Nuñez. River tuvo contra las cuerdas a Boca y pudo liquidarlo en el primer tiempo. Pero no lo hizo y dejó crecer a Boca en el segundo tiempo, que levantó gracias a la gran labor de Gaitan, Riquelme y el olfato goleador de Riquelme, que no necesitó de máscaras para poder anotar. Quizás el empate le haya caído mejor a Boca, por cómo empezó el encuentro, pero está claro que a ninguno de los dos le sirvió. Ya es historia.
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