El mejor clásico del mundo

El mejor clásico del mundo

No es un partido más nunca. Tanto a nivel nacional como internacional. Supera fronteras, hasta llegar a ser noticia en países lejanos como Israel o China. La cobertura que abarca cada enfrentamiento es estupenda. Miles de periodistas de todo el mundo son testigos de la fiesta que se presenta cada vez que River Plate y Boca Juniors juegan el Superclásico. Un evento extraordinario del que se empieza a hablar semanas antes, y se termina de discutir siete días después…

El que tiene el orgullo en su vida de ser Millonario o la pasión en su corazón de ser Xeneize, sabe mejor que nadie lo que significa este cotejo. La previa que solo genera ansiedad, los nervios a la hora de jugarse, la alegría o tristeza una vez finalizado el partido y las posteriores chicanas folclóricas de nuestro país. Sensaciones que solo los partícipes de esta locura pueden sentir.

Un dato que no se puede pasar por alto es que cada vez que se acerca la fecha del partido, las entradas para ambos equipos vuelan en uno o dos días, quedando mucha gente afuera y prometiéndose un marco fantástico el día en el que ambas instituciones se enfrentan. Una realidad que en otros clásicos no sucede y las salidas de los equipos no se comparan con las del Superclásico.

A lo largo de los años, el clásico contó con jugadores brillantes, lo que enriqueció aún más la historia de este encuentro. Por el lado de Nuñez, han pasado futbolistas como Bernabé, Labruna (el máximo goleador con 16 goles), Onega, Sívori, Alonso y Francescoli. Mientras que por el lado de la Boca, se pueden nombrar a Valentim, Mouzo, Varallo, Maradona y Barros Schelotto.

Todos ídolos que, alguna vez, han tenido una o más actuaciones consagratorias contra el eterno rival. Y esta vez, no habrá excepción: En River jugarán Ortega, Gallardo y Almeyda y en Boca se harán presentes Riquelme, Palermo y Abbondanzieri. Jugadores que eternamente serán memorados para siempre por sus hinchas.

Restan solo algunos días para un nuevo capítulo y las ubicaciones del estadio ya están agotadas. A pesar de que el momento de los clubes no es el mejor, la gente demuestra una constante fidelidad a los colores que ama y de esta manera se predispone a demostrar, una vez más, por qué el River-Boca, o Boca-River, es el mejor espectáculo futbolístico del mundo.