Un plan terrenal con nombres interesantes
Por cuestiones económicas, en River ya no se ilusionan con jugadores como Trezeguet, Camoranesi y D’alessandro. Los dirigentes empiezan a buscar por otros lados y apuntan a nombres más accesibles pero que le rindan al club desde lo futbolístico. Passarella y sus hombres saben que deben llegar futbolistas que jerarquicen el plantel sí o sí porque el delicado promedio de los de Núñez así lo indica.
Las negociaciones están a la orden del día y entre tantos nombres empiezan a haber algunos más concretos como Josepmir Ballón. El mediocampista central peruano llega con buenas referencias desde su país y con el consenso de Ángel Cappa, que lo conoce por su paso por Perú. De todos modos, no deja de ser una apuesta incierta en cómo será su rendimiento con la banda roja.
Quizás sea el apellido que más dudas genera en este momento, porque Leandro Caruso y Mauro Formica parecen ser jugadores más acordes en cuanto a las necesidades actuales del club. El delantero tuvo un gran rendimiento en Godoy Cruz y un aceptable paso por Vélez, en el cual algunas lesiones le impidieron demostrarse de la mejor manera. Además, es un atacante con gol, algo que River necesita como el agua. El rubio de Newell’s es un volante que le puede aportar claridad a la creación de juego del equipo. También aporta su cuota goleadora y sería un socio ideal para Buonanotte y Ortega.
Un puesto que no se puede ignorar para reforzar en este mercado está en la parte defensiva. El arreglo con Alexis Ferrero trajo tranquilidad porque fue el más regular de una endeble defensa durante el último Clausura. Pero los bajos rendimientos de Cabral, Quiroga y Nico Sanchez ameritan a buscarle un compañero. Paolo Goltz, por juego y experiencia, sería una opción potable. En cuanto al arco, la llegada de Carrizo brindaría una garantía enorme y es un arquero que le gusta a la gente millonaria. Aunque no es prioritario el arribo de un portero, no deja de ser un nombre seductor.
La realidad marca que es imposible contar con estrellas que sacudan el libro de pases, pero los que vendrían no son jugadores para despreciar. Tienen condiciones para rendir y mejorar la imagen de River en los últimos tiempos. La elección debe ser precisa porque no hay margen de error. El tiempo dirá si fue la correcta.
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