Marco Pérez, figura excluyente de un Gimnasia que respira aliviado
Por Nicolás Cristoff para ValeChumbarGoles, errores, cuestionamientos, polémicas. De todo tuvo el encuentro que Gimnasia y Esgrima de La Pata y Atlético Rafaela disputaron en el Bosque. El mismo se saldó con la victoria final del “Lobo” por 3-1, resultado que le permite, esta vez sin tanto padecimiento, permanecer por una temporada más en la primera División del fútbol argentino.
Esta vez y a pesar de haber paladeado el descenso durante gran parte del primer tiempo, no hizo falta ningún milagro de ultima hora. Basto con el talento y la capacidad goleadora del colombiano Marco Perez, bastión fundamental del “Lobo”.
Sin contar, claro, las licencias otorgadas por Rafael Furchi, quien con el encuentro igualado en uno, producto de los tantos de Pérez y Oscar Carniello –colaboración incluida de Sessa- expulso mal a Fernando De La Fuente y propicio la debacle futbolista del conjunto santafecino.
La infracción no fue tal y de ese tiro libre, llego el segundo tanto de Gimnasia, anotado nuevamente por el futbolista colombiano, que la calzó de manera estupenda para colgarla del ángulo derecho.
De estar tranquilo, Rafaela pasó a estar desconcertado. No lo supo usufructuar Gimnasia, que desperdicio una y otra vez las chances de liquidar el pleito al inicio del complemento.
No obstante, las chances de Rafaela de convertir ese gol que lo depositara en Primera se redujeron a intentos de Luis Lagrutta y Sebastián Arrieta que desbarato Sessa, reivindicándose ante su publico.
Posteriormente, la “Crema” se quedó con ocho jugadores y no pudo hacer mucho más: a los 29 Walter Serrano vio la roja, Airaudo salió con un golpe –Trullet ya había hecho las tres variantes- y Lucas Bovaglio fue al arco.
Así y todo, el local se repitió en fallas a la hora de definir el duelo, hasta que Alvaro Ormeño ingresó al área y la empujó luego de eludir al improvisado arquero.
Mismo cruce, mismo desenlace. Gimnasia respira aliviado. Rafaela sale del Bosque con las manos vacías y el ascenso atragantado. Una vez mas.
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