Estudiantes Campeón del fútbol argentino
A Estudiantes le sirve ganar y, también, si se quiere empatar. Pero ganando será campeón. Sin importar que haga y que no, Vélez frente a Racing. Si el Pincha gana será campeón y se terminó la historia. Si empata, en cambio, deberá esperar que pasa en Avellaneda, porque si Vélez gana habrá desempate.
A igualdad de resultados entre el equipo de Sabella y el de Gareca, Estudiantes será campeón.
El partido se le presentó completamente al revés a un Estudiantes nervioso. La firmeza Pincha de Braña fue reemplazada por nervios. Juan Sebastián Verón estaba en una pierna y, desde temprano, se notó que Enzo Pérez era la manija del partido y Gastón Fernández de lo más peligroso del Pincha.
Sin embargo, Arsenal, sabiéndose tranquilo, dejando que el rival se venga con todo e intentando golpear cuando pudiera, algo que casi no logró, pero tampoco el León llegaba a lastimar a Arsenal. Verón intento convertirse en conductor, pero su físico y sus compañeros, varios en otra cosa, nerviosos, desenfocados, no ayudaban. Para colmo, desde Avellaneda llegaba la noticia del golazo de Juan Manuel Martínez.
En la segunda mitad, no cambio mucho. O cambio todo. Apenas Moralez marcó el segundo, Alejandro Sabella llamó a Hernán Rodrigo López para darle más “punch” al Pincha ¿y a quien sacó? a Verón. Un Verón que apenas salió recibió la caricia del hielo en su castigado gemelo. La Brujita jugó al límite, pero la parada no aceptaba una ausencia. Y no la hubo.
Con Verón afuera y Vélez 2-0 arriba, los nervios ganaron aún más terreno en La Plata. Pero con la delantera de la guía bien definida, Fernández-López, más la conducción de Enzo Pérez, que manejaba al Pincha, Estudiantes comenzó a crecer y, otra vez, se abusó de la calidad de Leandro Benítez como lanzador.
Iban 29′ cuando Cristian Campestrini, gran figura del Arse, sacó un gol a Enzo Pérez, vino un centro y llegó el córner: Centro de Benítez, cabezazo de López -justo en ex Vélez, je- y Gastón Fernández, nunca mejor dicho, con la uña ¿desvió? al gol. Iban 30′ y el Pincha alcanzaba el gol que destruía el esfuerzo de Vélez, ese que le daba el quinto campeonato de su historia.
Con el 1-0, el Pincha se serenó, Braña se hizo patrón, Rojo y Fernández sacaron todo y, arriba, la Gata, hasta que salió, aguantó absolutamente todo lo que le tiraron. López que ingresó para pesar arriba eso hizo y al Pincha lo manejaron a zurda de Benítez y la derecha de Pérez. Arsenal intentó, pero no supo cómo. Después de todo, fue a buscar el empate, no fue a ganarle al Pincha.
A los ’42 del segundo tiempo, un hermoso centro de Leandro Benítez -otro más- hizo que Hernán Rodrigo López marcara el segundo, a través de un voraz anticipo ofensivo. Así selló el título Pincha.
Estudiantes consiguió el campeonato que se le escapó en junio, a manos del Argentinos de Claudio Borghi. En el Apertura tuvo revancha, la consiguió venciendo a Boca-Gimnasia y San Lorenzo en una misma semana. En esa semana, el Pincha se levantó. Se sobrepuso a lesiones, se sobrepuso a rojas, se sobrepuso a una final perdida. Incluso, se sobrepuso a un Vélez maravilloso que no salió campeón, pura y exclusivamente, porque como rival tuvo un equipo con un oficio enorme como su temple.
Estudiantes es el campeón del fútbol argentino. Es el mejor de la temporada. Es el campeón, el mejor de todo. Y está bien. La grandeza de su rival, el majestuoso y vistoso Vélez de Gareca, sólo enaltece su logro. Salud campeón, salud Estudiantes de La plata.
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