Tropiezo a la ilusión
La derrota de River, tal como dijo Jota Jota López, fue un baldazo de agua fría. Godoy Cruz es un rival complicado para cualquiera pero la confianza era algo que no faltaba debido a que el equipo venía obteniendo resultados en las últimos fechas, era local y, de ganar, seguía prendido en la lucha por el Clausura. En este caso hubiera sido puntero porque Vélez, que continua manteniendo la punta, perdió con Quilmes en Liniers.
Los hinchas piden desde hace tiempo un juego más vistoso y una actitud más ofensiva. A nadie convence este planteo desde la producción en la cancha pero sí desde los resultados. El objetivo principal de los de Núñez es evitar la Promoción y sacar la mayor cantidad de unidades posibles. Hasta ahora, se viene cumpliendo. Pero al mismo tiempo se comienza a mirar la tabla de posiciones que hasta la semana pasada mostraba a River como líder. Inevitable que la ilusión de la gente se haga notar cuando la historia del club marca que el equipo siempre tiene que pensar en ser campeón.
El choque frente al conjunto de Mendoza era importante en cuanto a las aspiraciones. Las cosas comenzaron bien en el primer tiempo con el gol de Jonatan Maidana. Pero todo se pinchó en la segunda mitad cuando Zelmar García y Mariano Donda le dieron el triunfo al Tomba, que ahora superó al Millonario en las posiciones y es otro de los que sueñan con el campeonato.
Hubo veces que los de Núñez jugaron mal y se llevaban la victoria. Los rendimientos rozaban lo aburrido. En esta ocasión fue diferente. River fue más y superó a Godoy Cruz desde el rendimiento. Algo que reconoció Jorge Da Silva, DT del conjunto ganador, al ser consultado sobre el cotejo. Ahora las cosas se dieron al revés y jugando mejor (tampoco siendo algo brillando), los de Jota Jota se quedaron sin nada.
Seguramente lo que más rabia debe generar es que la caída no permitió alcanzar la cima del torneo. Algo que hace lamentar a la Banda. Porque a pesar de que está claro que la intención es sumar puntos y engrosar el promedio (por lo menos desde el cuerpo técnico y los jugadores), la ilusión estaba latente y esta vez sufrió un tropezón.
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