Notas Gillette de Primera

Notas Gillette de Primera

En las ediciones de papel de los diarios Clarín y Olé del día lunes 27 de septiembre se publicaron las notas sobre los eventos que se realizaron en la Bombonera el domingo 19 en el entretiempo entre Boca y Colón. Dos equipos amateurs, Patada Descendente y Los Pumitas, se dieron el gusto de pisar el campo de juego y disputar algunos minutos un encuentro que terminó 0 a 0.

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LAS NOTAS

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Es el sueño de cualquier argentino levantarse un día y decir: “hoy juego en un estadio de primera a cancha llena”. De cada diez argentinos, a ocho les gustaría ser un jugador profesional. Una estadística que marca claramente la ilusión que sienten los futboleros. Es el deseo que muchos siempre tuvieron y que ahora se hizo realidad. Gracias a Gillette de Primera, los equipos Patada Descendente y Los Pumitas lograron alcanzar lo que tanto quisieron y nada más ni nada menos que en la Bombonera.

Los siete minutos que disputaron significaron un momento único que difícilmente puedan olvidar. Los participantes de esta experiencia no sólo jugaron y vibraron al ritmo de una hinchada incansable, sino que vivieron lo que se siente ser nombrados por la propia voz del estadio “¡No puede ser! ¡Me están nombrando en la cancha de Boca, esto es increíble!”, expresó uno de los muchachos antes de entrar a la cancha. Y sin dudas que fue un comentario acertado, ya que las emociones se iban acumulando a medida que transcurrían los minutos, especialmente cuando les tocó ingresar al campo de juego y encontrarse rodeados de miles de almas observándolos.

El dato anecdótico fue el tiro del volante Agustín Natale de Patada Descendente que reventó el travesaño del arco y fue acompañado por el grito de las tribunas, que se llevaron su premio al recibir pelotas regaladas por los jugadores. También hubo tiempo para que algunos de los que estaban vestidos de blanco y también los de azul tiraran distintos amagues para intentar llegar a las áreas y los espectadores se divirtieran y devuelvan la gentileza con los típicos “ole” y algunas ovaciones para los más habilidosos. Parece mentira que todo esto haya ocurrido, pero Gillette consiguió que los jugadores amateurs tuvieran un momento de pura adrenalina como el que se vivió en el Alberto J. Armando. Una experiencia que superó cualquier otro aspecto positivo de la estupenda tarde-noche de la que fueron testigos estos  chicos.

Tanto en la ida como en la vuelta en micro, los jugadores se mostraron felices luego de haber vivido una experiencia en una cancha de primera. La alegría fue inmensa y no era para menos por el hecho de haber disputado el cotejo en una cancha profesional que estaba repleta y con una camiseta que lucía el nombre de cada uno de ellos. Está claro que fue un día histórico para estos equipos amateurs. O mejor dicho, fue un día en el que Gillette le cumplió el sueño de jugar en primera.

Olé

Lo que han vivido los equipos Patada Descendente (blanco) y Los Pumitas (azul) fue algo que más de un futbolero seguramente envidiaría. La estadística no deja mentir: ocho de cada diez argentinos quisieran ser jugadores profesionales*.  Sin dudas que para la mayoría de los hombres pisar un verde césped de Primera división es una experiencia sin igual. Porque los muchachos entraron al estadio de Boca con las mismas ganas que un futbolista profesional sale a disputar una final. Encima, desde la voz del estadio se oyeron sus nombres. “¡Me están nombrando por los altoparlantes, no lo puedo creer!”, llegó a decir uno de los chicos con gran emoción.  

Fueron siete minutos de acción en los que se llegaron a ver algunos que otros lujitos, con la hinchada que se sumaba para darle un condimento extra al encuentro. Sobre todo cuando el enganche de Patada Descendente, Agustín Natale, sacó un potente remate que se estrelló en el travesaño y la cancha tembló con el “Uhhhhh” de toda la gente. Cuando finalizó el encuentro los participantes regalaron algunas pelotas pateándolas hacia las tribunas. Un momento de felicidad donde todo lo vivido fue adrenalina pura y donde la hinchada los hizo vibrar a pleno aliento. Que no haya habido goles es algo que solo quedará en la anécdota. Lo más importante es que Gillette de Primera les cumplió sus grandes sueños.